La instalación eléctrica se perfila como uno de los pilares técnicos más determinantes para lograr una rehabilitación energética efectiva en el parque de viviendas. Sin embargo, los expertos advierten que sigue siendo el aspecto más relegado por los propietarios, a pesar de que el 60 % de las viviendas que se reforman requieren renovar sus sistemas eléctricos para adaptarse a los nuevos usos energéticos.
El Informe sobre la descarbonización del sector residencial en España, elaborado por el Observatorio de la Rehabilitación Eléctrica de la Vivienda (OREVE), y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), pone de relieve la brecha entre las necesidades reales de las viviendas y las demandas de los usuarios.
Mientras los técnicos priorizan actuaciones que permitan la electrificación (como la adecuación de las instalaciones para integrar autoconsumo, bombas de calor o movilidad eléctrica), muchos propietarios centran las reformas en aspectos estéticos o de confort inmediato.
Los arquitectos técnicos señalan que sin una red eléctrica preparada, las viviendas no podrán aprovechar el potencial de la electrificación ni beneficiarse plenamente de la eficiencia energética.
El informe también destaca el momento de la compraventa como una oportunidad decisiva para impulsar la rehabilitación energética. Los expertos proponen que se exija un informe técnico del estado de la instalación eléctrica en estos procesos, lo que permitiría detectar deficiencias y planificar mejoras con antelación, evitando futuras “hipotecas energéticas”.
La adecuación de las instalaciones eléctricas no solo mejora la seguridad y el confort, sino que constituye la base sobre la que construir un hogar preparado para la transición energética y las exigencias de descarbonización de cara a 2050.
